El resultado es una textura tierna y jugosa, un poco más amarillo de lo que se aprecia en las fotos, un sabor suave y sugerente que combinó bien con los quesos que teníamos en el frigorífico, fresco, tierno y azul. Tenemos que hacer nuevas pruebas, parece que combinará muy bien con una gran variedad de ingredientes. También se podrá rellenar, freír… nos encantará recibir vuestras ideas o recetas si habéis probado la mamaliga. Si no es así, no dudes en probarla.